La dama de los clavos es, a veces, diosa poderosa de la venganza y otras humana reducida a sus miserias y tristeza.
Los poemas del nuevo trabajo de Leticia Vera exaltan un universo femenino desde el dolor y la tortura, a veces ofrecida y a veces recibida. En ella se presenta la mujer fatal y devoradora de hombres y la mujer sufridora que recibe castigos.
En este pequeño universo de imaginería gótica ocurren novias consumidas por el hastío, mujeres araña a la hora de la comida y revelaciones de exultante belleza:
"hablo de origen,
de la extrañeza pura
de ser sierva de los sentidos,
del primer destello al abrir los ojos.
del primer destello al abrir los ojos.
Siempre hiere."
En esta perversidad y oscuridad de la que no se puede escapar, el deseo de ese objeto femenino prohibido e inalcanzable conduce a sentimientos oscuros a la destrucción propia y ajena.
Por último, reflexiona sobre las gestas inacabadas que todo poeta mira con sentimientos encontrados desde lo alto de su cajón en algún momento.
Una condensada y potente muestra poética que emociona.
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