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viernes, 1 de abril de 2016

Cromolitografía, de Mircea Cartarescu


qué silencio, sólo carriles de tren
estrechándose como el ojo que apunta.
dios corrige a la mujer en prueba de imprenta
la maqueta de su mundo recibió el IIIer premio
en el concurso de arquitectura.
hace un frío verde, un flash resplandece,
los ojos de oro de los canales se abren
en el segundo habla una rata de laboratorio
acerca de su memoria laberíntica
el timbre aulla por encima de esta pelota de ping-pong
del cadillac negro sale la vedette envuelta en pieles.
la publicidad es el alma. 
hace frío. la carne cuelga de los huesos
como las hojas de una enciclopedia. en la que miraremos la página
de las banderas nacionales,
la página de las condecoraciones.
qué silencio, sólo carriles de tren
se estrechan como el ojo que apunta.
la nieve verde se saca de la manga pañuelos, pañuelos.
sobre el asfalto una foto en blanco y negro hecha pedazos.


________

Mircea Cartarescu es, seguramente, la voz más notoria y notable de las letras rumanas de la actualidad. Y sus libros, tanto de poesía como de narrativa, son pura psicodelia. Un viaje de altos riesgos garantizado.

Fotografía de Patrick Tomasso

 

martes, 12 de febrero de 2013

Ocupación Poética, una forma diferente de recorrer la ciudad


En la calle que transitas a diario convive, paralela a ti, una voz que declama un poema. O bien puede ser una página que se transparenta entre las múltiples capas de nuestra realidad visible e invisible y que solo puede ser perceptible cuando activas ciertos “canales”. Sí, la ciudad puede parecerse al complejo entramado de un documento de diseño.

Seguro que nunca te habían propuesto un paseo así.

Prefiero llamarle paseo, aunque su nombre evoca la batalla y la resistencia, que resulta muy apropiado para los tiempos que corren.

Cada esquina de la ciudad está ocupada poéticamente y cada paseo puede ser único. Esto es posible gracias a la iniciativa de Juan Carlos Ibáñez Angulo y Carlos Contreras Elvira que desde el grupo Intermediae y tomando como artífice y soporte las nuevas tecnologías han animado a miles de personas alrededor del mundo a ocupar con poemas las ciudades.


Ocupación Poética es la apropiación de “el espacio inhabitable que hay en todos los espacios o, dicho de otro modo, los no-lugares que hay en todos los lugares" según reza la presentación de la propuesta, teóricamente. En la práctica es lo siguiente: con la aplicación geolocalizadora Layar se sube un documento audiovisual ubicado en determinado punto geográfico. Ese documento estará a la vista de toda persona que con un teléfono inteligente active el visualizador de la aplicación, de cualquier paseante que pase por ese punto.

Aún hace falta un mapa de autores y localizaciones, pero mientras pueden ir descubriendo tesoros ocultos en calles comunes.


Más información en:
Imagen de trendwatching.com

sábado, 2 de febrero de 2013

Felíz cumpleaños, Julia



Julia de Burgos
I.
Soy tu Julia de Burgos, borracho,
que despierto a Nueva York por las calles
tuyas. Conserje de Dios azul soy,
como la vela del rito, como el papel

amarillo, despintado, solo, donde
escribo el poema que pospones
la muerte que pospones, el odio.
Soy el fantasma de tu voz, la musa Iván

que falta en tu poema (letrina
de luz--tras bastidor del cuerpo que se
pospone en tu poema--) Has borrado

el jeroglífico del ángel de la grafía
mía. Has cerrado el ataúd de los espejos. Has
dejado que la muerte pase sin decir mi nombre.

II.

Ya lo ves, Enterrador, Julia de Burgos,
ha vuelto. Con las gafas de Dios orina
en las letrinas. Con sombrero de copa,
ella, procaz, posa (de mi) en los espejos.

¡Oh, cómo pesan sus senos de la muerte!
los rizos como helechos de mi pelo
goteando sombra en la sombra de su cuerpo,
sueñan con amor podrido en la dicha

de la loca. ¡Enterrador, Julia de Burgos,
ha vuelto! Como dos hermanitos empujamos
el triciclo de dios contra las rosas.

Es la mujer lo que pesa por el hombre. Es
este sabor a tierra de los besos. Es
Julia de Iván, tan procaz, en los espejos.











III.

Julia de Burgos, con cabeza de toro,
atravezada de astilla en los espejos
pronuncia mi nombre en el amante y
desconocidamente lo besa por el sueño.

Soy yo Julia de Burgos, ¡vuelve!,
(la rosa de su espina como un falo
y tú, sentada, aúllas mariposas
por el grito). ¡Julia de Burgos ha vuelto!

Queriendo ser yo junto a su seno
ríe con la cuerda rota de su risa,
como si fuera Dios quien riera en las espinas.

 ¡Oh, la dicha de masturbarte en los trenes!
Escondida de Dios contra la muerte.
Atravezada (¿de quién?) en los espejos.

IV.

¡Julia de Burgos ha vuelto! Sube
decrépita, inmoral, a la palabra
del demiurgo y allí (de sábado de Gloria
a Domingo de Ramos) escucha

la canción del Maestro. Los cangrejos
están tomando los espejos (noche
de azul contra noche blanca) la mujer
no se reconoce en el poeta:?

 rizos de helechos, Iván de Julia, madre
el poeta ícara (o canta) la sombra
del cuerpo de mujer que se deshace.

Los cangrejos están tomando tu victoria. La
estatura del poeta te rebasa. ¡Julia
de Iván, decrépita, inmortal, ha vuelto!



©Iván Silén
Publicado originalmente en la revista A Propósito (número 4, 1995)
Imagen de Elena Vizerskaya

Julia de Burgos (17 de febrero 1914 - 6 de julio de 1953)

jueves, 4 de octubre de 2012

2046

"Si hubiera nacido en otra época, mi vida hubiera sido diferente. No sirve de nada encontrar a la persona indicada si el momento no es el adecuado. El amor es una cuestión de tiempo".

Chow Mo Wan, escritor por cuenta propia se adentraba en esta, una de sus muchas reflexiones a lo largo del film, un tanto melodrámatico (como lo son todas las cuestiones del amor romántico, porque nos parece imposible no abordarlas de otra manera). Pese a ello y pese a que es una película esencialmente romántica me resultó una maravillosa poética de la muerte, eso de ir en ese misteriosos tren que viaja al año 2046, (sea lo que sea 2046), de donde nadie ha regresado y si acaso se regresa es con la memoria virgen, en blanco, sin recuerdos. Este poema visual me hizo pensar sobre la vida, las decisiones y nuestra razón de ser y estar aquí en este mundo, antes de que parta el tren.



Un escritor que creía escribir sobre el futuro, en realidad estaba escribiendo sobre el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de cuando en cuando con dirección al año 2046. Todos los que subían a él lo hacían con el mismo propósito: recobrar los recuerdos perdidos. Se decía que en 2046 nada cambiaba. Nadie sabía a ciencia cierta si eso era verdad, porque ninguno de los que viajaron regresó jamás. Con una excepción. Él estuvo allí. Se marchó voluntariamente. Quería cambiar.

(Sinopsis de FilmAffinity.com)

lunes, 16 de julio de 2012

La dama de los clavos de Leticia Vera


La dama de los clavos es, a veces, diosa poderosa de la venganza y otras humana reducida a sus miserias y tristeza.





Los poemas del nuevo trabajo de Leticia Vera exaltan un universo femenino desde el dolor y la tortura, a veces ofrecida y a veces recibida. En ella se presenta la mujer fatal y devoradora de hombres y la mujer sufridora que recibe castigos.



En este pequeño universo de imaginería gótica ocurren novias consumidas por el hastío, mujeres araña a la hora de la comida y revelaciones de exultante belleza:

"hablo de origen,
de la extrañeza pura
de ser sierva de los sentidos,
del primer destello al abrir los ojos.
                               Siempre hiere."


En esta perversidad y oscuridad de la que no se puede escapar, el deseo de ese objeto femenino prohibido e inalcanzable conduce a sentimientos oscuros a la destrucción propia y ajena.
Por último, reflexiona sobre las gestas inacabadas que todo poeta mira con sentimientos encontrados desde lo alto de su cajón en algún momento.

Una condensada y potente muestra poética que emociona.








martes, 5 de junio de 2012

Poesía visual, la definición es vuestra

Dicen que es tan antigua como la civilazación misma.

Los límites son difíciles de precisar. El efecto siempre es el mismo, una provocación.

Aquí las imágenes no son abstracciones inducidas por grafemas sutilmente combinados, sino la presencia de una misma imagen visual concreta (y a veces sonora) que nos hace soñar (o al menos pensar).

Una "invitación al viaje" como diría Baudelaire.

La definición es vuestra.


Untitled 1985, Basquiat


Made up story, Sam Winston







jueves, 12 de abril de 2012

"Vampiras" de Leticia Vera y Minerva Fraile

Fue en el aeropuerto y haciendo tiempo para salir hacia Madrid cuando lo encontré. Lo vi hasta en dos pequeñas tiendas, aunque me decidí a llevármelo en la primera. Su atractiva portada con una muñequita siniestra y muy vintage me cautivó. De hecho, todo el arte de la portada es muy vintage y la tipografía me acuerda a la usada en esas películas de misterio en blanco y negro de los años 40.


Las autoras son dos contemporáneas que han desarrollado su trabajo en Madrid. Leticia Vera es ilustradora y estudió Bellas Artes en la Complutense y Minerva se especializa en temas góticos, egresada también de la UCM en Filología Inglesa.


Era curioso encontrarse libros así en las tiendas del aeropuerto. Más tarde, ya en Madrid, una amiga me dijo que efectivamente lo había visto en La Casa de Libro, aunque no me especificó cuando. El mercado español cuenta con tantas novedades que muchas veces “entre tantos libros no eres capaz de ver la biblioteca” y los libros se “podan” rapidísimo: unos quince días suelen durar, aproximadamente, las novedades en las mesas. Así que un libro del 2006 es muy difícil, sino imposible de verlo ya no en las mesas, ni siquiera en una estantería escondida.


Así que allí estaba yo, leyendo libros de vampiras en el paradisíaco spot del Caribe que es Puerto Rico. De repente, me sentí como un personaje de Mayra Calvani.


El libro es una propuesta alternativa que incluye relato por parte de Minerva y poesía e ilustración por parte de Leticia. En la prosa, el modo narrativo se acerca en ocasiones al estilo del apólogo y la temática casi siempre se sitúa en un lugar lejano, mucho tiempo atrás, si quitamos los encuentros ocasionales con bellas desconocidas en bares madrileños que prefieren hacer sangría por su cuenta antes pedirla al bartender. Son bocetos de seres anónimos con existencias extraordinarias, que incluyen desde guerreros hasta plañideras, pasando por nobles, amas de orfanato y prostitutas.


En cuando a la poesía no puedo evitar mencionar las similitudes y afinidades con Cadáver de bailarina, que es el gusto por trasladar a esos seres tenebrosos a los versos. Es más común verlos en prosa, pero en poesía no conozco muchos. Todos los escritores que me he encontrado en Puerto Rico, Madrid y todos los lugares intermedios donde llegue el internet y el email escriben sobre sus experiencias amorosas, filosofía, política, sociedad, pero nada de colmillos y zombies. Parece que es terreno enteramente de novelistas.


La edición dispone las ilustraciones a página completa y el texto en tipografía de palo seco combinada con una tipo “Chiller” en rojo con la que a gran cuerpo pone las palabras finales. Crea un efecto de sangre muy real.


En fin que es un trabajo que dan ganas de quedárselo y fue justamente lo que hice. Me lo llevé a cruzar el Atlántico. A casita, nuevamente.



Para leer más poemas de Leticia (y ver más de sus muñequitas siniestras) visitar su blog.